Mis comentarios sobre el Movimiento Municipal Internacional

Gian Paolo Morello, Secretario General de C.I.C.U. « Comitato Italiano Città Unite », Antiguo Secretario General de UTO (2001-2003)
Es Giulio Dolchi a quien debo mis primeros pasos en el laberinto de las iniciativas para promover y sostener el acercamiento y el reconocimiento del movimiento municipalista ante la Comunidad Internacional y ante Naciones Unidas. Giulio Dolchi, también conocido como “Dudo“ (antiguo nombre de guerrillero durante la resistencia), fue representante electo de la localidad de Aoste desde 1946 durante 24 años, y en 1966 Alcalde del partido Comunista en la misma ciudad. Bajo la base de objetivos establecidos por Jean Marie Bressand, creó en Italia una red de ciudades, (sección italiana de FMVJ, posteriormente transformada en UTO), comprometida con “un mundo donde cada persona hablará su lengua materna y otra, con la finalidad básica de conseguir que todo el mundo pueda entender al otro”. Es la memoria de “Dudo” la que quiero celebrar, a quien debo mis comienzos en el mundo de las redes internacionales de gobiernos locales.
Mis primeros pasos para comprender este mundo me llevaron en seguida a Lille, en 1968, al 15º Congreso de UTO y seguidamente, a trabajar en la reorganización de la sección italiana de la UTO trabajando con la Presidenta Mercedes Bresso (en aquel momento Presidenta de la provincia de Turín). Como Secretario General de CICU, participé en el debate de UTO para el diálogo con IULA, así como en el montaje de nuevos proyectos de cooperación para la UTO.
Fue, trabajando por y para Mercedes Bresso cuando recibí mi verdadero bautizo e introducción en el papel jugado por los electos locales en la política internacional. En el curso de los tres años siguientes, trabajé codo a codo con Jeremy Smith (por aquella época Secretario General de IULA), para acondicionar la fusión entre UTO y IULA junto con Metrópolis, lo que nos condujo en 2004 a París a la realización del Congreso fundador de la nueva organización. El comienzo de la nueva organización estuvo condicionado por las diferencias en el lenguaje político y la diferencia de orígenes entre UTO y IULA, por ejemplo la organización de secciones regionales produjo numerosos debates. El patrimonio histórico de UTO, basado en el hermanamiento y las acciones directas de los electos, llevo a la creación de las Comisiones.
Me gustaría agradecer al antiguo equipo de UTO (algunos de los cuales siguen activos hoy día dentro de CGLU), así como a los amigos de Cités Unies France, por haberme ayudado a completar la tarea que me fue encomendada.
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